Bryan Jesús se ha convertido en la primera persona con discapacidad intelectual en sumarse al equipo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con la selección femenina. Con 28 años, Bryan ha roto una barrera hasta ahora infranqueable para las personas con discapacidad intelectual y, aunque de forma temporal, ha ejercido como ayudante de utillero con las mejores jugadoras de fútbol de España.
La incorporación de Bryan Jesús a la RFEF se enmarca en el convenio suscrito el pasado mes de marzo entre la federación y Fundación ONCE, que “ha permitido incorporar a voluntarios en la organización de partidos de la selección, así como retransmitir el primer partido para personas invidentes en Riazor”, señala la RFEF.
Jugador del equipo Fundación Atlético de Madrid en la LaLiga Genuine Santander, Bryan forma parte de la asociación Adisli y compagina su pasión por el fútbol con la jardinería y la formación.
Has sido la primera persona con discapacidad intelectual que ha incorporado al equipo de la RFEF y a la selección española de fútbol femenino. Cualquier profesional se sentiría orgulloso con un logro de estas características. ¿Cómo has conseguido llegar hasta aquí y cuáles crees que han sido tus puntos fuertes a la hora de conseguirlo?
Llevo nueve años jugando al fútbol, primero estuve dos años entrenando con la asociación Adisli y desde entonces llevo siete años jugando en LaLiga Genuine Santander con el Atlético de Madrid. Tenía experiencia, de modo que me llamaron para comentarme el proyecto y lo acepté. Soy futbolista, me gusta el deporte.
¿Cómo afrontas este reto?
Con ganas y con mucha ilusión. Soy peruano y llegué a España en 2012. En mi país no jugué al fútbol, pero desde que llegué aquí no he dejado de hacerlo.
¿Cómo y cuándo te introdujiste en el mundo del fútbol? ¿Qué representa para ti?
El fútbol me relaja, me resulta terapéutico, me gusta y disfruto con él. Yo nací con el fútbol dentro, pero en mi país no tuve oportunidad de jugar a nivel profesional, solo entrenaba, me decían que no valía.
¿Cómo y cuándo te introdujiste en el mundo del fútbol? ¿Qué representa para ti?
El fútbol me relaja, me resulta terapéutico, me gusta y disfruto con él. Yo nací con el fútbol dentro, pero en mi país no tuve oportunidad de jugar a nivel profesional, solo entrenaba, me decían que no valía.
¿Cuál crees que es la visión que existe en el mundo del deporte sobre las personas con discapacidad intelectual? ¿Consideras que se ha avanzado en la integración del colectivo en el sector?
España es pionera y está yendo por buen camino. Es el primer país de Europa en el que los equipos cuentan con fundaciones en las que juegan personas con discapacidad y a través de dichas fundaciones se ha creado LaLiga Genuine Santander.
Llevas desde 2014 vinculado a la asociación Adisli, ¿qué te ha aportado la asociación a lo largo de estos años?
La asociación me ha tratado bien y me ha subido el ánimo. Venía de un sitio en el que me trataban mal, sufrí bullying. En Adisli me fueron preparando para la vida. El primer trabajo que tuve fue el que me encontró Adisli, durante dos años en jardinería.
¿Cómo te han valido los apoyos de Adisli en tu desarrollo y alcanzar tu potencial?
He conocido personas que me han apoyado: mis facilitadores, que han realizado mi seguimiento y evolución y me han ayudado en la consecución de mis retos, y también mis entrenadores.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Quiero independizarme, seguir preparándome a nivel formativo y continuar en el mundo del fútbol.
¿Qué mensaje lanzarías a todos aquellos compañeros que ahora mismo están iniciándose en el mundo profesional?
Uno debe cumplir sus sueños, no debe dejarse parar por nadie, ha de seguir adelante y conseguir sus sueños. Somos valientes y podemos hacer más de lo que puedan creer los demás, como, por ejemplo, vivir solos; y eso hay que demostrarlo. Que no te coman. Hay que ser valientes, cuando llega el premio uno disfruta más.